Eran las 08:10 aproximadamente en Ticatilín, los inscritos se encontraban en la línea de salida, el aire era frío, se preparaban para lo que sería una jornada extenuante. El desafío empezó a 3.100 metros sobre el nivel del mar y ascendían a lo largo de senderos que serpentean a través de los paisajes andinos hasta alcanzar los 4.657 metros, un punto que no muchos pueden presumir de haber tocado en bicicleta.
Este año, el clima jugó un papel crucial, añadió un elemento extra de dificultad a la competencia. Los ciclistas enfrentaron bajas temperaturas, lluvia intermitente y tramos de nieve que hacían que cada pedaleada fuera un esfuerzo. Sin embargo, estas condiciones no hicieron más que aumentar el espíritu de determinación entre los participantes.
Los tramos de subida exigieron lo mejor de cada ciclista, al poner a prueba su fuerza y capacidad de resistencia. Los descensos, por otro lado, hizo que demuestren su habilidad técnica y coraje, con caminos que requerían una concentración absoluta para navegar de manera segura.
Más allá de la competencia individual, Cotopaxi sobre 4000 se destacó por el increíble sentido de comunidad y camaradería que se vivió durante el evento. Competidores de diversas partes del País se alentaron mutuamente a lo largo del recorrido. Este evento demostró ser más que una competencia; fue una celebración del espíritu humano y la pasión compartida por el ciclismo.
Cotopaxi sobre 4000 también jugó un papel significativo en impulsar la economía local. La afluencia de competidores y espectadores proporcionó un impulso bienvenido a los negocios locales, desde hoteles y restaurantes hasta proveedores de servicios de turismo y bicicletas. El evento ayudó a promover la región no solo como un destino deportivo sino también como un lugar de belleza natural y cultural.
Los organizadores del evento dedicaron meses de preparación para asegurar que la carrera transcurriera sin contratiempos. Con cada año que pasa, Cotopaxi sobre 4000crece en popularidad y prestigio. Lo que comenzó como una carrera local ha ganado reconocimiento internacional, atrayendo a más competidores de alto calibre y a más espectadores de todo el mundo. Los organizadores esperan que este evento continúe siendo un faro de excelencia en el ciclismo de montaña y un símbolo del potencial turístico y deportivo de Ecuador.
Cotopaxi sobre 4000 no solo desafía el cuerpo, también fortalece el espíritu y reúne a personas con una pasión común. Este evento promete seguir siendo un hito en el calendario deportivo internacional, invita a todos a superar sus límites y a disfrutar de la espectacularidad del paisaje ecuatoriano.
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